En España existe una alta prevalencia de enfermedad periodontal, dónde el 85% de la población mayor de 35 años presenta algún tipo de afectación en las encías. Es la principal causa de pérdidas dentarias y es muy complicado ser detectado por el paciente ya que no suele doler o molestar en estadios iniciales.
Mediante un diagnóstico precoz y tratamiento específico, podemos mantener un estado de salud periodontal compatible con una correcta función y estética oral.
Una vez que el especialista ha diagnosticado, si tiene o no, alguna enfermedad del periodonto (encía) se establece una pauta de tratamiento y este dependerá del grado de afectación. El objetivo de este tratamiento es preservar el soporte óseo del diente, y de esta forma conservar las piezas dentarias en boca.
Si el paciente presenta gingivitis (no hay perdida ósea) el objetivo será eliminar la inflamación mediante una limpieza profesional, a la vez que dar a conocer al paciente los pasos a seguir en su higiene oral para evitar recidivas, ya que la gingivitis podría evolucionar a periodontitis (pérdida de hueso).
Si el paciente ya presenta perdida ósea (periodontitis), dependiendo del grado que presente precisará de un tratamiento más o menos complejo.
Para establecer que grado de enfermedad presenta el paciente, se toman unos registros: seriada radiográfica y periodontograma (mediciones de pérdida de hueso).
Posteriormente, se realizan unos raspados donde se retira todo el sarro y placa acumulado bajo la encía, y se deja desinflamar unas semanas. Aquellas zonas que tengan mayor perdida de hueso pueden requerir de cirugía periodontal para acceder al hueso y remodelarlo o regenerarlo si es posible.
Una vez es estabilizada la enfermedad se fija una pauta de mantenimiento individual a cada paciente con el objetivo de retirar placa y sarro y y comprobar que la enfermedad sigue estable. Se le recordara al paciente las instrucciones a seguir en casa.