A diferencia de lo que se suele pensar, el diente no es un órgano macizo, al contrario, es poroso que contiene millones de túbulos que lo recorren por dentro.
Dentro de todo eso se encuentra la cámara pulpar que es una cavidad hueca donde se encuentra la pulpa, la terminación nerviosa que comúnmente se llama nervio.
Los motivos por los que se realizan la Endodoncia pueden ser diversos: caries profundas, roturas o traumatismos, entre otros.
La enfermedad de la pulpa se divide en dos grandes grupos, pulpitis y necrosis. La primera es una inflamación, y la segunda, una infección, por eso no siempre que tenemos dolor es necrsario tomar antibióticos.
El tratamiento de la Endodoncia consiste básicamente en eliminar la pulpa inflamada o infectada, desinfectar con medicamentos para limpiar y eliminar todas las bacterias, y rellenar todo el espacio que nos queda con material que sella e impida que las bacterias puedan volver a ocuparlo.
Más allá de la creencia popular, la endodoncia es un tratamiento totalmente indoloro y que permitirá mantener y seguir usando tu diente.