La cobertura social que las autonomías hacen de la salud bucodental, ha permitido que se dimensionen y jerarquicen las diferentes patologías orales que se presentan en la población española y que van más allá de una caries por mala higiene bucodental.
Según datos de la Sociedad Española de Disfunción Craneomandibular y Dolor Orofacial (SEDCYDO), el bruxismo es una parafunción [1] que se observa en aproximadamente el 70 % de los españoles. Dicho organismo advierte que, como consecuencia de la pandemia de coronavirus, se ha observado un incremento en el número de pacientes que presentan signos de bruxismo en las consultas de revisión periódica, lo cual confirma el Consejo General de Dentistas.
En términos sencillos, el bruxismo es el hábito consciente o inconsciente de apretar y/o hacer rechinar los dientes. Estudios científicos han determinado que son muchas las causas que lo originan, pero que se pueden resumir en factores genéticos y factores conductuales o de comportamiento. Sus principales signos son:
- Dolor o inflamación en los músculos del rostro, cuello y mandíbula.
- Dolor de oído acompañado de dolor en otros músculos faciales y/o en piezas dentales.
- Tensión en mandíbula, dientes apretados y/o rechinar de piezas dentales.
- Piezas dentales con caras oclusales aplanadas, fracturadas o rotas.
Aunque la anatomía maxilodental es un factor de predisposición para presentar bruxismo, en España, el estrés es el factor determinante en la mayoría de los casos, especialmente en adultos, como lo confirma el incremento de casos por el estrés generado durante la pandemia del coronavirus.
El bruxismo se presenta en todas las edades, pero al ser considerado una parafunción y a la diversidad de causas, su tratamiento difiere entre edades y entre causas que lo originan; difieren también por la teoría de tratamiento que siga cada profesional, por ejemplo, mientras que algunos profesionales recomiendan el uso de férulas en niños sin dentición permanente completamente desarrollada, otros se oponen rotundamente y otros más la recomiendan o no según el paciente.
En general, los tratamientos se pueden clasificar en cuatro grandes grupos: Guardas oclusales o férulas, ajuste oclusal, terapia farmacéutica y terapia conductual. El desarrollo de nuevas técnicas fisioterapéuticas y de mioterapia funcional brindan nuevas opciones efectivas de tratamiento, sin embargo, no pueden ser aplicadas en todos los casos, y dependerá del profesional, determinar cuál es el tratamiento óptimo para cada paciente.
En el caso de presentar bruxismo o sospechar padecerlo, un rápido diagnostico reducirá sus afecciones, por lo que se recomienda comentarlo con su dentista de cabecera en su próxima revisión periódica.
Esprohident cuenta con personal altamente capacitado y con años de experiencia en el tratamiento del bruxismo. Si sufres o crees sufrir bruxismo, te invitamos a que, en tu próxima visita, consultes con nuestros profesionales, los que te darán un diagnóstico y te recomendarán, en su caso, las diferentes posibilidades de tratamiento.
[1] Se entiende como parafunción, todos los movimientos mandibulares que no tienen un propósito funcional, como por ejemplo: morderse las uñas, masticar chicle, o silbar.
